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En una cacerola a fuego medio, combine la crema espesa, la leche entera, el azúcar granulada, el cacao en polvo, el café instantáneo en polvo y la sal. Bata hasta que esté bien mezclado.
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Calienta la mezcla hasta que el cacao en polvo se disuelva completamente y comience a hervir a fuego lento (casi hirviendo, pero no del todo).
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Añade el chocolate picado y revuelve hasta que se derrita por completo.
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Vierta la mezcla en un tazón grande. Incorpore el extracto de vainilla.
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Presione el film transparente directamente sobre la mezcla y refrigérela hasta que esté completamente fría. También puede verter la mezcla en una máquina para hacer helados y usar el modo de solo enfriamiento para enfriarla.
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Una vez fría, vierta la mezcla en la heladera y seleccione el modo helado. Bata hasta que espese y tenga la consistencia de un helado cremoso, o hasta que se complete el modo.
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En los últimos dos minutos de batir, agregue todas las galletas de chocolate picadas, menos dos cucharadas. Mezcle bien. Reserve las galletas restantes para la cobertura.
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Vierta la mitad del helado en un recipiente poco profundo o en un molde para pan. Rocíe con la mitad de la salsa de chocolate y remueva suavemente con una cuchara para crear un efecto marmolado.
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Repita con el resto del helado y la salsa de chocolate. Cubra con las galletas picadas reservadas.
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Presione film transparente o papel encerado directamente sobre la superficie del helado. Congélelo durante al menos 4 horas o hasta que esté firme.
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Déjelo reposar a temperatura ambiente durante unos 5 minutos antes de servir para que sea más fácil sacarlo con la cuchara.
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