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En una cacerola pequeña, agregue los arándanos, 4 cucharadas de azúcar granulada, agua y jugo de limón.
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Calentar a fuego medio hasta que la salsa espese y suelte los jugos, aproximadamente de 6 a 8 minutos; dejar enfriar durante 10 minutos, luego colocar sobre una toalla en el refrigerador o congelador hasta que se enfríe a temperatura ambiente.
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En un tazón grande, combine el azúcar granulada restante, la crema para batir, la leche entera y el extracto de vainilla. Bata de 2 a 3 minutos hasta que el azúcar se disuelva. Frote la mezcla entre dos dedos para asegurar que no quede granulada.
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Vierta la mezcla en el tazón para helado y bata en modo helado hasta que empiece a espesar. Agregue la salsa de arándanos y continúe batiendo hasta que el proceso esté completo.
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Una vez finalizado el proceso, puede servir el helado directamente o transferirlo a un recipiente poco profundo o a un molde para pan. Presione film transparente o papel encerado sobre la superficie del helado. Congélelo durante al menos 4 horas. Déjelo reposar a temperatura ambiente unos 5 minutos antes de servir.
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