Producto: https://homtone.com/products/10-in-1-electric-pizza-oven
Ingredientes :
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Masa de pizza (11"-12")
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Salsa de tomate (casera o comprada, aproximadamente 1 taza)
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Rebanadas de mozzarella fresca (cortadas en rodajas finas, aproximadamente 8 oz)
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Hojas de espinaca fresca (aproximadamente 2 tazas, ligeramente compactadas)
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Queso feta desmenuzado (aproximadamente 1 taza)
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Aceite de oliva (preferiblemente virgen extra, unas 2 cucharadas)
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Sal (preferiblemente sal marina, al gusto)
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Pimienta negra recién molida (opcional)
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Hojuelas de pimiento rojo (opcional, para darle un toque picante)
Instrucciones:
Paso 1. Precalentar el horno:
- Precaliente el horno a 800 °F. Deje que se precaliente durante al menos 15 minutos para asegurar que alcance la temperatura correcta. Esta temperatura alta es crucial para lograr la corteza crujiente y el queso perfectamente derretido característicos de una pizza de base gruesa.
Paso 2. Preparar las espinacas:
- Lave bien las hojas de espinaca fresca y séquelas con un paño de cocina limpio o papel absorbente. Es importante que las espinacas estén lo más secas posible para evitar que la pizza se empape durante el horneado.
Paso 3. Preparar la masa:
- Saque la masa de pizza del refrigerador (si estuvo refrigerada) y déjela reposar a temperatura ambiente durante unos 10 a 15 minutos para que sea más manejable.
- Enharina ligeramente tu superficie de trabajo para evitar que la masa se pegue.
- Extiende la masa de pizza para que quepa en un molde redondo de 28 a 30 cm. Intenta que tenga un grosor de aproximadamente 6 mm, asegurándote de que la masa quede uniforme.
Paso 4. Dale forma a la masa:
- Presiona la masa en el molde, asegurándote de que cubra completamente el fondo y los lados. Quizás tengas que estirarla un poco más para que encaje perfectamente en el molde. La masa debe subir por los lados del molde para crear una corteza gruesa.
Paso 5. Agrega la salsa de tomate:
- Extiende una capa generosa de salsa de tomate sobre la masa, dejando un pequeño borde para la corteza. Usa una cuchara o un cucharón pequeño para distribuir la salsa uniformemente. La salsa debe quedar suave y no demasiado espesa para que se extienda fácilmente.
Paso 6. Coloque el queso en capas:
- Añade capas de mozzarella fresca uniformemente sobre la salsa de tomate. Asegúrate de que el queso cubra la salsa por completo, ya que esto ayudará a que se derrita uniformemente y evitará que burbujee demasiado. La mozzarella debe cortarse en rodajas finas para que se derrita suavemente a alta temperatura.
Paso 7. Disponer las espinacas y el queso feta:
- Coloca las hojas de espinaca fresca uniformemente sobre el queso mozzarella. La espinaca se marchitará un poco durante el horneado, así que no te preocupes si al principio parece mucha.
- Esparce el queso feta desmenuzado uniformemente sobre las espinacas. Distribuye el queso feta de forma que quede bien extendido, pero sin amontonar. Esto asegura una cocción uniforme y evita que el queso se ablande demasiado.
Paso 8. Sazonar y rociar:
- Rocíe unas 2 cucharadas de aceite de oliva sobre las espinacas y el queso feta. Esto le aporta un sabor intenso y ayuda a que la corteza adquiera un bonito color dorado.
- Espolvoree con sal al gusto. Si lo desea, añada un poco de pimienta negra recién molida y una pizca de hojuelas de pimiento rojo para darle un toque extra de sabor.
Paso 9. Hornea la pizza:
- Coloque la pizza en el horno precalentado y hornéela durante 35 minutos. Vigílela por la ventana del horno para controlar la masa y el queso. La temperatura alta garantiza que la pizza se cocine completamente, y es importante asegurarse de que la masa esté dorada y el queso burbujeante y ligeramente dorado.
Paso 10. Verificar el punto de cocción:
- Después de 35 minutos, retira la pizza del horno con cuidado usando guantes de cocina. Revisa que la corteza esté dorada y que el queso esté burbujeante y ligeramente quemado en algunas zonas. La corteza debe estar firme y el queso debe estar completamente derretido.
Paso 11. Enfriar y cortar en rodajas:
- Deja que la pizza se enfríe un poco durante unos 5-10 minutos. Esto permite que el queso se endurezca un poco, facilitando su corte.
- Una vez enfriada, corte la pizza en gajos utilizando un cortador de pizza o un cuchillo afilado.
Paso 12. Servir:
- Sirve la pizza caliente, idealmente con pan de ajo o una ensalada sencilla. ¡Disfruta de tu deliciosa pizza de espinacas y queso feta!
Esta receta combina los sabores frescos de las espinacas y el picante queso feta con una rica salsa de tomate y una cremosa mozzarella, todo horneado a la perfección sobre una corteza gruesa y crujiente. ¡Disfruta!
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